Para garantizar un funcionamiento correcto y robusto de los Autopilotos Veronte, cada unidad es sometida a un proceso de Verificación bajo condiciones de estrés antes de llegar a las manos del usuario final. Este conjunto de procesos se llama Cribado por Estrés Ambiental.
Fases del Cribado por Estrés Ambiental
Cada unidad del Autopiloto Veronte, ya sea el Autopiloto Veronte 1X o el Autopiloto Veronte 4X, es sometida a ensayos de vibración, pruebas funcionales a altas temperaturas y pruebas de fugas durante el proceso de fabricación. El objetivo es verificar que el autopiloto será capaz de operar a largo plazo sin ningún problema, así como la detección temprana de cualquier fallo o daño en la unidad.
Shaking Test
El primer test al que son sometidos los autopilotos en el proceso de producción es el Shaking Test. Este test consiste en aplicar al autopiloto una curva de vibración predefinida para que, en caso de que haya componentes mal soldados, sueltos o defectuosos, estos fallen en este punto de la verificación.
Tras una inspección visual para comprobar que todos los componentes continúan correctamente emplazados y soldados después del Shaking, el autopiloto se somete a pruebas para la detección de cortocircuitos y la verificación de voltajes y corrientes, detectando así fallos de alimentación.
Burn-In Test
La siguiente fase del ESS es la denominada Burn-In Test. Consiste en una prueba de estrés que permite detectar aquellos autopilotos que tendrían una “mortalidad” temprana. Para realizarlo, se somete el PCB del autopiloto a altas temperaturas y se realizan ciclos de encendido y apagado variando su alimentación entre el voltaje mínimo y máximo, a la vez que se verifica el funcionamiento de los distintos componentes. De esta forma, durante el Burn-In Test, el autopiloto está sometido a un estrés muy superior a las condiciones de funcionamiento nominales. Durante esta prueba, se comprueban todas las funcionalidades para garantizar que ningún componente falla.
Después, el montaje del autopiloto continua. Durante las distintas fases de producción, el autopiloto se somete a diferentes pruebas funcionales verificando que es totalmente operativo, mientras continúa su proceso de montaje.
Leak Test
Cuando el autopiloto ya está en su caja, pasa por el Leak Test. Esta prueba consiste en inyectar presión al autopiloto para detectar fugas en la caja estanca IP67 y en las tomas de los sensores de presión estática y dinámica.
Long Term Test
En la última fase del ESS, después de calibrar los sensores, el autopiloto es sometido a un Long Term Test. Este se basa en verificar el correcto funcionamiento de todas las interfaces, buses de comunicación, sensores y demás funcionalidades durante horas. El objetivo es comprobar que estará operativo a largo plazo sin ningún fallo.
El Cribado por Estrés Ambiental, que incluye el conjunto de todas estas pruebas rigurosas, engloba una Verificación íntegra del autopiloto y garantiza que operará correctamente hasta en las condiciones más adversas. Este tipo de procedimientos durante el proceso de producción son imprescindibles para garantizar la robustez del autopiloto profesional y son particularmente importantes para abordar un proceso de certificación así como en sistemas donde el fallo no es una opción, como eVTOL o UAM.